Mi única ambición es llegar a escribir un día, más o menos bien, más o menos mal, pero como una mujer. (...) Pues entiendo que una mujer no puede aliviarse de sus sentimientos y pensamientos en un estilo masculino, del mismo modo que no puede hablar con voz de hombre.
Victoria Ocampo
sábado, 13 de septiembre de 2008
Catorce de febrero.
Tus hijas van a crecer, tu esposa y tú envejecerán.
Yo me convertiré en una mujer, viviré con otros lo que anhelo de ti. Cuando te extrañe demasiado volverás y beberé otra vez de tu vino, de tu sangre.
Tus máquinas se oxidarán y a mí, la lozanía aún estará acompañándome para tenerte al final. Porque estaré amándote como en cada momento de mi voz. En cada momento de tu mirada.
Serás grande y yo estaré a tu lado. Desde el otro lado y te abrazaré desde allí, y te amaré aún más.
Tu casa se enterrará y tendrá grietas, que son como mis venas que se han enredado cual raíces en tu piel; cada día desde que me tocaste me petrifico, para guardarme en ti para cuando vuelvas a darme vida, amor. Tu alma es mía. Es mía porque sí. Tu amor es mío porque no lo resistes.
La pasión que siento y el dolor que hay en ella no sé expresarla más que en estas palabras. Si antes hubo un García Márquez que amó y no fue suficiente, no contuvo y no fue amado, y tuvo el veneno que enloquece la cordura de las mentes, que afiebra los sueños y atormenta los días, que te hace escribir, escribir porque no puedo tenerte, hoy yo sé que es ser una bestia que sólo vive de ti.
Tus hijas van a crecer, tu esposa y tú envejecerán, y yo… seguiré amándote.
Seguiré amándote como hoy. Y lo diré al final, cuando tu vida esté en descenso y la mía quiera irse con ella.
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2 comentarios:
Corazones... solo paso para saludarlas en este día... gran día mujeres.. grandes mujeres.. Un besote a todas..
Interesante blog, lo acabo de conseguir.
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