Mi única ambición es llegar a escribir un día, más o menos bien, más o menos mal, pero como una mujer. (...) Pues entiendo que una mujer no puede aliviarse de sus sentimientos y pensamientos en un estilo masculino, del mismo modo que no puede hablar con voz de hombre.
Victoria Ocampo
viernes, 2 de mayo de 2008
Ayer soñé que mi papá se moría y que no me acompañabas a su funeral
A veces eres tan tonto, pensar que no quieres aparecerte por mi casa quién sabe por qué (es decir, todos saben por qué) y yo estoy acá, sola, con el yuki claro, pero mas botada que los árboles que vinieron a sacar el otro día. Te echo de menos porque pucha que hace bien/mal esto de querer a alguien, y no solo te echo de menos, es que me siento tan sola a veces, tan pero tan sola que es casi una necesidad que te aparezcas aunque sea una vez, solo para ver como estoy, sabes? Y te llamo, y el teléfono, con esa distancia tan increíblemente enorme que acarrea, me hace sentir que no sirve de nada escucharte 5 minutos diarios, mientras me dices en tono aniñado que no me ves desde el Lunes, y me sigo cayendo y cayendo en mi cama, que a estas alturas es mas bien una especie de jaula/camisa de fuerza. Me da absolutamente lo mismo si tu y mis papás no tienen feeling entre ustedes, el punto es que nadie te ha prohibido jamás entrar en esta casa, todo lo contario, pero ves? sigo acá sola, escuchando a los niños jugar a la pelota, escuchando tus cd's y you'reee the oneeeeeeee for meeeeeee me da vueltas, y vueltas, y vueltas en la cabeza, y como escuche por ahí me quedo con las ganas si es que de esas tengo. Porque por mucho que me haya negado a escribir por acá algún tiempo, por mucho que mi juicio haya encontrado un poco extraño el rumbo que toma este espacio (digamos que mi estilo dista bastante de lo que observo), me sigues obligando a escribirte, me sigues obligando a desafiarte, por que sé que si algún día llegas a leer algo de esto me vas a decir un sincero y odioso "no me gusta" que me va a dejar tirada en quien sabe donde, porque esto de sentarme a odiarte una vez al mes me está matando, porque esto de sentarme a odiarme me está matando.
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2 comentarios:
siento que con tu relato me pegué el tremendo costalazo en el piso. sabes? dentro de todo daniel tiene suerte: no se lleva bien con tus papás pero por lo menos puede entrar. qué daría javeir por que mi mamá lo dejara entrar a mi casa. en verdad no sé qué tanto daría, porque echa puteadas todo el tiempo y no entiende (yo tampoco), pero siempre me dice que estaría dispuesto a tragarse todo su orgullo (que siempre es bastante) y vendría igual si ella lo permitiera.
cosas de la vida.
no te imaginas cuánto me dolió lo que escribiste, como si fuera a mi a quien le está pasando, como si la babi que escribe fuera la mayjo que la lee y viceversa.
te quiero mucho, amiga.
no sé qué pasa, no te veo hace días, pero te mando un abrazo gigante.
Yo siempre he creído que la relación con los suegros siempre es difícil, sobre todo para los hombres: es como ceder cariños y terrenos de 'la niñita' que siempre han estado reservados para los papás. Pero también creo que entre más se aisla el hombre de la situación incómoda, esta menos desaparece, incluso se magnifica más de lo que realmente es.
Pienso que la llave está en las manos de todos esos que te rodean, y más adelante, si todos te quieren (porque en esta crónica, en tu soledad involuntaria, es demasiado claro que todos te quieren hasta las patas) tendrán que saber compartir tus cariños, tus espacios, alegrías y penas.
Es tna complejo vivir todos juntos,no creen?
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